DENUNCIA

Sembré espigas de arena,
crecí entre raíces dormida,
desperté errante bajo sus nubes
migrando con alas sin tiempo
¡Amé el dolor del rocío!
humedecí mis palabras
en sus cantos amarillos,
¡Escribí destilando!
sucedió alguna vez
y lo sabes
¡Amé!
con la locura que evapora la sed,
acribillándose a sí misma
en los tensos nudos de la boca.
Acoplé ecos sin calma
en la estancia de mis ojos,
derramándome desde adentro,
goteando…
¿Hay algo más que evocar,
en el giros del destino?
¿Otra verdad que mitificar,
sobre el paso del camino?
No es la vida detenerse
tampoco convocar,
es simplemente atreverse
a volver a soñar,
así el descarnado horizonte
tiña su filo de noches
así borde con hordas
la oscuridad del papel,
y yo,
que he sembrado espigas,
sé que la vida retorna,
renace en las despedidas
que tatuamos en las espaldas,
siluetas difuminadas
que jamás dieron su faz,
aún así,
¡Esta noche abruma!
extraña como esas cosas
que dudan en las certezas
¿Noche de plagas?
¡Más desconocida que nunca!
oscura como traiciones
que ciegan los corazones,
como si en su jamás,
se ocultara un por siempre,
como si su todavía
fuese la primera vez.
Me alcanzo tras el silencio
que la teje y borda,
callando y rota,
escuchándola, estallar
presumiendo
en tus labios cerrados
una censura,
escueta denuncia
sin párrafo final,
enunciado que fulmina
el antes,
de ningún ahora…

Scarlet C