Un delgado fotón de luz se filtraba
por un roto de la raída cortina.
Con los ojos bien abiertos, sin parpadear
revoleteaban sus pensamientos en el ayer.
Sus repetidas y continuas ausencias, sin disculpas
hicieron que abandonara la casa, sin despedida alguna.
La compasión de su alma atormentada, resistencia a tanto dolor
su rostro acongojado, impaciente, quería volver a ser feliz.
¡lo paralizaba, el miedo… de volver a amar!
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario