miércoles, 17 de mayo de 2017

¡NO MÁS DESAHUCIOS!


Muere la piedad atrapada
en la mirada de un niño
cuando su madre le da pan.
Y ella no come, para no gastar
las pocas migajas que le dan.

Sabiendo que son dos, las bocas
de los pequeños que debe alimentar.
La tristeza lo cubre todo,
en este paraíso terrenal.

Maldita piedad, que desgarra
el corazón de los padres,
por la necesidad de poder
vivir con dignidad.

Las aves tienen sus nidos
y el zorro su madriguera,
pero a ellos, el desahucio
les espera.

Y nosotros como buitres,
observado las escenas
del maltrato a los pobres
y sus miserias...

Golpean las puertas,
y nadie les abres
¡Ayudad!, ¡Ayudad!, ¡Ayudad!
Grita la poesía desesperada.

No puedo ver llorar a una mujer,
cuando sus niños mendigan pan,
mientras cantan una canción desesperada.

Y vosotros como estatuas de sal,
muertos en vuestras cobardías,
mirando hacia atrás vuestras porquerías.

¡Nunca más un desahucio!

Dhoffmann Daniel Bascuñan Hoffmann

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