EL AMOR QUE BURLA LA MURALLA

A mi buena niña

Por codicia y vanidad,
el mundo finge belleza,
en deslumbrantes mansiones,
quiere habitar la soberbia
y de oro y piedras preciosas,
adornarse la cabeza,
multitudes acompañan
a la fama y la riqueza,
que solo quieren limosnas
pero que afecto aparentan,
mucho ruido hace el tambor
teniendo la entraña hueca
y en amor de buenos gestos,
solo se ve indiferencia,
vive el viejo en soledad
en sociedades modernas
que exigen a sus gobiernos
que sus derechos defiendan,
solo hipocresía son
las caretas más correctas,
helor y amarga distancia
que al niño, triste lo dejan,
no doy valor al calor
que al corazón no me llega
ni huyo de la soledad
mientras haya quien me quiera,
la verdad la siente el alma
no hace falta que se vea
y aunque un mediocre silencio,
cada día me rodea,
sé por dentro que he vencido
a la inhumana indolencia
y soy dueño de tu pecho,
que es la joya más excelsa.

Luis Rafael García Lorente