martes, 24 de enero de 2017

BÉCQUER


Siento un amor profundo
que evoca lo irreal.
De este mundo no es,
que es del más allá.
Aquellos ojos verdes
inspiraron a Bécquer
y nunca de una pluma
salió verso mejor.
¡Qué triste y qué inmenso
es el mar sin el Sol!
Fuiste poeta humilde
y no encontraste asilo,
fuiste sediento
y nadie agua te dio.
Solo en el amor
un océano inmenso
de inspiración halló,
y todavía hoy
el mundo romancero
se asoma a tu balcón.
Eres, mi fiel poeta,
el que el verso me dio,
el amor que hoy profeso,
él me lo inspiró.
Duerme, amado mío,
en mi corazón.

Isabel Recio (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 31

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