sábado, 21 de enero de 2017

A UN POETA SIN SEPULCRO


Pirueteó con los chopos y la luna,
desnudó el alma gitana aguitarrada,
lanzó versos, música y teatro a las gentes,
desacopló Nueva York y sus demonios,
mostró a la mujer en su más alto valor,
lloró, denunció y luchó por el pueblo,
poetizó la campiña, el aire y el mar,
floreció entre braceros, campo y soledad,
gozamos su inmensa clarividencia.
La tierra sigue reteniendo sus restos,
mas no nos urge sepulcro donde llorar,
porque nunca se marchó, brota por doquier.
Su luz continúa alumbrando al mundo,
su voz sigue guiándonos en la oscuridad.

Antonio Gómez Hueso
Publicado en la revista Aldaba 31

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