martes, 6 de diciembre de 2016

ALGODONALES


Cuando a un hombre una mujer
les toca un meridiano de Celan,
niebo, serce, najes además: silban.
Baten plumas las gallinas del pueblo
por si volaran
lejos
y los pájaros, ciudadanos, pían:
uno por vez.
Soema grita canta llama al cururú,
“ el murmullo de tus tetas
se hace parte del dolor”. Así su réplica
a los silbidos del mundo.
Haceme la revolución, te pido
celosa por los jadeos
donde no le silbabas a mí.
Pero el tiempo se arroja burlón
a los pies
del fresno
y la lengua tritura los sentidos.
Descifro: dulce es la hora
del combate, ese fin y principio
de cosechas.

Susana Szwarc -Argentina-
Publicado en la revista LaMásMédula

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