martes, 25 de octubre de 2016

JUSTIFICACIÓN DE UN LOCO


No sentía remordimientos.
Su cara fue a poniéndose azul.
¿Y yo?
No sentí completamente nada.
Ni remordimiento.
Ni vergüenza.
Ni placer.
Ni nada.
En los libros sobre los asesinos
escriben mucho sobre la satisfacción sexual,
traumas de infancia
bla bla bla...
Mucha gente sueña con entrar,
incluso para unos minutos,
en la mente de un loco
para ver cómo es estar completamente loco.
¿Cómo es?
¿De verdad quieres saber?
Yo nunca he sentido remordimientos.
Ni placer.
Ni nada.
Como si fuera un maniquí
conducido por las manos de Dios
que quizá ni siquiera existe.
Como si viviera en el mundo sin Dios
o procediera de la tribu
que lo mató.
Eso es estar loco.
Loco por y para todos.

Anna Arent (Polonia)
Publicado en Los puños de la paloma

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