viernes, 30 de octubre de 2015

RENUNCIA


     La última noche el grito del silencio
enmudeció en tu boca, los fantasmas del ocaso
durmieron en mi sueño y respiré por vez primera
el dolor del miedo que revivió en mi lecho...

     Agosto de un verano fue simiente eterna de calor
al despertar tus ojos trementina azul de ocasos,
surco abierto de arco iris, llovizna de colores
que bebían tus pupilas refugiándose en mi pecho...

     Yo bebí tu calor y el verano se refugió
en tu piel para que madrugadas de rocío crecieran
con tus besos y en mis labios llovieran tus secretos
para no morir del recuerdo de una noche de verbena y miel...

     De la miel y el vino de una noche nuestras vidas
se quemaron y disfrutamos el último calor
de un verano que nos vendió el otoño de lluvias
y cerezas frescas de tu boca que me endulzaron la vida...

     Era la última noche cuando la lluvia muere
y el otoño resucita en el brindis de la copa de cristal
cuando el recuerdo enmudece de tristeza
y se juntan nuestros labios en su renuncia al olvido...

Ricardo Flores Joya


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