domingo, 30 de marzo de 2014

DOS PRESIDENTES ENTERRADOS EN ÁVILA

                                 
A nuestro presidente, Don Claudio, y al nuevo
La democracia española en el exilio.
       
Como al umbral de la capilla oscura
una reja detiene la mirada
y la dispersa luego, confinada
en los fraudes que finge la negrura

confundiendo volumen y figura
de la estatua yacente allí olvidada,
cuando mi mano se detenga helada                                
un anaquel será mi sepultura.

  Será delgada losa la cubierta
y el tejuelo epitafio más piadoso
y menor la esperanza de otra vida,

y en el silencio la palabra muerta
gozará del olvido y el reposo
en figura y volumen confundida.

Guillermo Carnero. “Catedral de Ávila” (Divisibilidad indefinida)
Publicado en Ágora un día es un día
                         

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