SIC SEMPER TYRANNIS

El gato maúlla desconcertado en medio de la silenciosa Aula Regia.
Las luces restallaron sobre columnas de oro, estatuas y perlas exóticas del Aula Regia. Barones y caballeros aguardaban el gran momento bajo la gigantesca lámpara de brazos con esferas de vidrio ambarino y gas que representaban el universo, suavemente se deslizaban con el zumbido distante del vapor que accionaba las clavijas y válvulas. Sin duda un alegato al progreso que les había permitido vencer en la gran guerra.
Sobre el estrado esperaban los procuradores del reino con trajes de gala, chisteras y condecoraciones, mientras jugueteaban con sus gruesos dedos sobre las prominentes barrigas de vida regalada. Entonces los clarines entonaron la fanfarria, al abrir las puertas entró la comitiva del Emperador Numa II y las Sacerdotisas Supremas, graves y circunspectas.
Los aplausos atronaron, tales que ocultaron un agudo pitido que se deslizada desde las esferas de ámbar; mientras la comitiva se acercaba al estrado y los adjuntos preparaban los megáfonos que retransmitirían y amplificarían el glorioso discurso del despótēs, una voz metálica cargada de estática retumbó en toda la cámara cortando el alborozo. Todos alzaron su mirada para observar cómo aquella gran lámpara colgante comenzaba a desplegar cables y brazos mecánicos, las esferas de ámbar cargadas de gas se replegaban para formar una silueta extraña y amenazadora: un gigantesco abdomen de insecto de largas patas que rechinaba y se cernía sobre ellos. El vapor de la combustión interna lo inundó todo; entonces se desató el caos, la gente corría sin dirección, aplastando, machacando a quienes caían. La guardia disparó sin éxito. Mas el ingenio suspendido desató su ira contra los seres que se agolpaban sobre las puertas atrancadas. Tenía un objetivo: el soberano. Sus brazos mecánicos se desparramaron, mientras repetía machaconamente: sic semper tyrannis.
Sobre la multitud de cuerpos un felino se desliza hacia el centro de la estancia.

Ferran Cortés Benlloch(España)
Publicado en la revista digital Minatura 116