sábado, 12 de mayo de 2018

CAE LA TARDE


Cae la tarde y me olvidé de nuevo
de aquellos paseos unidas
nuestras manos como un eslabón.
Un eslabón de aquella cadena
que a pesar del fuego, no conseguimos
unirlo… ni tú ni yo.
Recuerdo los paseos por la
desierta playa, los pies desnudos
y… el alma también.
Nuestras charlas de madrugada,
siendo sólo cuerpo y vida
rociada de sueños trazados
sobre un amarillento papel.
Nos alumbraba la luna que sabe
de secretos esculpidos en la piel.
Después, hablaban las miradas,
un te quiero para siempre;
un adiós de madrugada
y… la huida hacia la nada otra vez.
Cae la tarde, anochece sobre el alma.
Cierro los ojos sobre mi almohada,
huele a sal de lluvia olvidada.
Recuerdo tu mirada opaca,
tus besos volando al alba
perdidos en la niebla de un
esplendor deshecho por la tormenta.
En la lejanía… palmeras en la playa solitaria.

Juana Campos Cortés.

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