domingo, 18 de marzo de 2018

¿QUÉ LE DIRÍA SI PUDIERAS?


Le diría que sé lo mucho que le quise
Lo sé ahora que le veo feliz.
Que tengo la maravillosa oportunidad de ver
como coloca la mano en su rodilla.
De fijarme en los detalles
que antes se me escapaban porque estaba más pendiente de su mano, que de la posibilidad de que un día ya no pudiera mirarle así; como miras a la persona que quieres.
Y te da igual quién te esté mirando a ti.
Da igual que sepan que volviste a enamorarte.
No importa que miren lo feliz que te hace cuando se incorpora y se agarra a ti. Como si fueras tú la persona que le hará tomar una decisión importante.
Como si todo dependiera de ti.
Y en ese momento no te das cuenta de nada.
No. Porque está su mano en tu rodilla.
Y ese gesto tan suyo de mirar las cosas boca abajo para que tú. Sí, tú. Lo pongas todo patas arriba.
Creía que nunca tendría nada que decirle.
Nunca pensé en la opción de otras manos, y mucho menos en la existencia de otras rodillas.
Pero a la chica que sostiene ahora su pequeño mundo, le digo, como me lo habría gritado a mí en su momento, que una vez. Aunque sólo se atreva una vez.
Y aunque tenga mucho miedo...
Que gire las cosas con él
Que asome la lengua a sus días tristes y le haga reír
Que no le deje caer solo.
Que caigan los dos siempre de pie
Que le guarde amor hasta cuando no se lo merezca
Que le besé las zonas más oscuras, ya que estas, son las que más necesitan ser besada
Que le acompañé en la vida y nunca sólo sobre un papel
Y que no se quede mirando.
Que lo viva....
Que se vivan.

María de los Ángeles Ares Lago

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