En mis quimeras ignoré que la felicidad nunca entristecía. En la hipérbole de mi insania pensé que fueron los mejores momentos destruyendo la integridad de mi ser. En la autenticidad de mi vida sigo hacia adelante entre quimeras aceptando que hay que actuar para realizar. ¿Qué la felicidad llora? ¡Claro! Pero las lágrimas de felicidad son el bálsamo para aliviar el alma. En mi existencia la hipérbole de mi psicosis hoy son los mejores momentos aprendiendo a quererme tal cual como fui creado en las manos de mi Creador.
Rony Perez
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