ELEGÍA PARA MI PADRE.

Padre, recuerdo mi infancia lejana
te grabaste dentro de mi alma
inspiración la imagen del hombre.

Lo recordaré toda mi vida
recordaré la nobleza del alma
fuiste así como debe ser padre.

El padre un padre amoroso y bueno
y sobre todo un gran amigo
y fuiste un gran ejemplo.

El padre, al que de niña
me contó cuentos
y me habló de historia.

El que me tomó de la mano
y me dirigió sabiamente
hoy quisiera verte.

Aunque sea un momento
hoy quiera adormecer el tiempo
y volver a ser niña.

Para colgarme de tu mano
yo fui tu tesoro, en la tierra
porque yo fui tu princesa.

Padre, hace ya, doce años
que caminas por esos senderos
de sueños y silencios...

Dios te llamo a una nueva vida
allá en a la eternidad… cada día....
siento profundamente tu ausencia

Ya no me miro en tu mirada…
ya no siento tu aroma
no escucho tu risa, tu voz.

Ya no escucho tus pasos
me quedé sin tus abrazos...
soy huérfana de tus abrazos.

De tus besos, de tu amor....
cada día más... te amo....
y te extraño padre adorado...

Mirna del Carmen Orellana Romero -Hondura-