Mercadea entre los escombros
herrumbrosos de los sobrantes
objetos de la lujuria, aflora
entre tanta putrefacción
un espontáneo melindre,
vestigio acaso de un mejor pasado,
tan penetrante olor expulsa
cualquier resto de aromas
gozados hace unas horas,
un falso marcador de libros
ilumina un rostro ajado
por ese cruel sometimiento
a la infamia de una penuria
llegada para quedarse.
LEONILO MOLINA RAMÍREZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario