jueves, 16 de noviembre de 2017

HOMENAJE A EROS


Cuánto placer nos provoca
el roce de nuestras caderas,
al sentir que tu hundieras
tu suave lengua en mi boca,
y mi mano vuelta loca
recorre tu anatomía,
como en sutil felonía
se aferra a tus caderas,
para hacer más placenteras
las ansias que nos unía.

Y quemándonos por dentro
con ese febril manoseo,
que acompaña tu jadeo
y tu sublime lamento.
En determinado momento
es tu candente interior,
quien enciende mi furor
sin poderme controlar,
ya no podemos parar
este incontrolable ardor.

Movimientos de huracán
se vuelven nuestras caderas,
contracciones placenteras
constantes vienen y van,
y nuestros cuerpos están
sublimemente fundidos,
y se aumentan tus gemidos
deleitando mis anhelos,
juntos viajamos al cielo
por lo que hemos vividos.

Regino Mayedo

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