Si el calor de mi alma derrite tus congelados sentimientos, el frío jamás vivirá en nuestra Isla. Sonreíste cuando me fui porque sabías que regresaría... Túestabas segura de que viviría eternamente a tu lado, aunque la vida nos separara.
Yo, sonreiré también cuando respire y sienta tu olor a mar ... Cuando el viento meroce, pensaré que eres tú, acariciándome, igual que hacíamos el amor en las noches bohemias... Distancia y recuerdos jamás se separarán; son como el océano y la orilla... ¡Amor es lo que siento por ti, mi Habana!
Robert Mil Angulo Guerra ( Las Vegas, EE.UU.)
Publicado en la revista Aldaba 33
No hay comentarios:
Publicar un comentario