lunes, 24 de julio de 2017

I


Y estoy buscando las voces del camino
para traducirlas
Seguro llevarán tu nombre
He aprendido a interpretar la voz del viento
Esa misma que arrulla las hojas entreabiertas
de tu árbol.

¡Aniquirona, Aniquirona!
te llama el río
y en las gotas frenéticas del aire
va tu aliento prendido a las veletas.

Al cuenco de mis manos
llega impetuoso el sol
con el oro y el trigo de tu cima
¿Debo ascender al principio del lenguaje?

Allí narran las gaviotas
los días difíciles del cielo
el trasbordo misterioso de las nubes
¿Debo traducir el idioma musical de sinsontes y de mirlos
para conocerte?

He de cuestionarme
mujer de largos sueños
e inexplicables trances
¿cuál es el país al que me invitas?

Apenas sé cómo te llamas
Me lo ha contado el río
Y sé que Aniquirona
es el umbral de otros caminos.

Del libro La dulce Aniquirona de Winston Morales Chavarro -Colombia-
Publicado en Editorial Alebrijes

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