viernes, 19 de mayo de 2017

UN DULCE TORMENTO


Tan dulce es el  tormento
que tengo en el pecho,
que vivo contento
por la cruel beldad.
En el cielo de la belleza
crece la arrogancia
y falta piedad:
Siempre cual roca
contra la ola del orgullo
mi fe se hallará.

La vana esperanza
dirige mis pasos.
Ni alegría ni paz
descienden a mí.
Y la impía que adoro
me niega el consuelo
de su misericordia:
En el dolor infinito,
en la esperanza traicionada
vivirá mi fe.

Entre el fuego y el hielo
no tengo reposo.
En la puerta del Cielo
reposo hallaré.
Si el golpe mortal
de una rígida flecha
me hiere el corazón,
cambiando mi suerte
con el dardo de muerte
mi corazón sanará.

Si llama de amor
jamás sintió
ese duro corazón
que el corazón me robó,
si me niega piedad
la dura belleza
que mi alma encantó:
puede que doliente,
arrepentida y lánguida
un día suspire por mí.

Claudio Giovanni Monteverdi -Italia-
Publicado en Poesía del mondongo

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