viernes, 19 de mayo de 2017

RAZÓN


No puedo ser un hombre libre
si mendigo de entre tus manos
por aquellos besos que perdiste
en un amor mal pagado
por los ilusos aprendices
de un deseo sin amo.

Aspiro a ser tu sudario,
sufrir la penitencia que has rehusado
porque te sientes culpable
aunque nadie te ha acusado...
de entre los olvidados amantes
del amor que has olvidado.

Y secar tu última lágrima
antes de deslizarme a tus palabras
con estos ansiosos labios
para transmitirte su legado
o... cegar tu mirada
y poderte seguir explorando.

Por mi mal, me he despertado
del sueño en que te he soñado
en el lecho de tus tributarios,
tras los velos que te han ocultado
de las miradas prohibidas
que inherentes te vigilan
y te evitan sin pensarlo...
porque el mal que has causado
da libertad a la vida
y razón a mi pecado.

‎Luis Maria Saiz Laso‎ 

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