LIBERTAD A CONVENIENCIA

No, no puedo imaginar la libertad
cual vuelo bondadoso de un quetzal,
mucho menos como una águila mortal
cazadora de presas por maldad…
prefiero sin temor de causar daños
hacerla algo vital en mi camino,
amarla con honor y sin engaños
y portarla cual bandera en mi destino.
No, no puedo comprender la libertad
cual derecho vacío de obligaciones,
ni tampoco como entera potestad
saturada de control e imposiciones…
acepto firmemente a conveniencia
profesarla sin pecar de intolerante
y cultivarla con semillas de sapiencia
e irrigarla con sudores de mi frente.
No, no puedo concebir la libertad
cual árbol saturado de improperios,
ni tampoco como palmas de amistad
decoradas con mil hojas de abalorios…
prometo no atentar en contra de ella
ni cambiar sus valores por venganza,
esto lo hago teniendo la esperanza
de verme iluminado por su estrella.
No, no puedo conceptuar la libertad
cual delfines bailando sobre mares,
mucho menos como orcas sin bondad
soñando en un festín de calamares…
juro no estropear su piel bruñida
ni dañar su dialéctica encendida,
ni alterar la pragmática alusiva
a su condena grosera y repulsiva.
No, no puedo sopesar la libertad
cual materia sujetada a una romana,
ni tampoco resumir su gran bondad
en el trato del presente o del mañana…
confieso que respeto la excelencia
de todos los valores que presenta
y tomo por encargo su inocencia
cuidando que no sufra alguna afrenta.
No, no puedo discernir la libertad
cual oscuro sendero de traiciones,
mucho menos como lluvia de lealtad
o alcahueta de penosas distracciones…
apruebo no alterar su autonomía
ni criticar en lo absoluto su amnistía,
mas cantaré tristemente una elegía
si la muerte guillotina su energía.

Jerry Méndez -México-