miércoles, 17 de mayo de 2017

HUESOS


¿Te acordás del monstruo
que unos pibes encontraron
cerca de la rompiente y las aguas vivas?
Ardía negro y perlado un palo
marcando aquel hallazgo y la gente
se amontonaba para verlo.
Pero solamente había una seña,
la intriga y la sorpresa soportando
el embate de la espuma.
“Un hueso” —dijiste—, un fósil
de alguna criatura milenaria
en la orilla del mar como la pena
estaba clavada sobre mi fémur.
Blando, efervescente, irradiaba
su latido y rodeaba con un pecho
de medusa los maravillados años
igual que la sal sobre la piel
cuando nos quedamos encallados
a secarnos en la arena.

Leandro Llull -Argentina-
Publicado en Periódico de poesía 97

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