(Para mi etérea viejita)
Nada pierdo
y
en cambio es mucho lo que logro ganar,
con seguir soñando,
que en algún momento tú,
mi etérea
y
añorada madrecita,
por un ratito decidas bajar
viajando radiante sobre nubes albinas,
para hacerme una visita
y
de paso traerme una aureola de sonrisas,
que serán para mí...
las añoradas
y
postrimeras caricias divinas.
Por eso entusiasmado
sigo persistiendo
y
no me cansaré de pensar,
que así sea en un sueño...
de nuevo te pueda abrazar.
Te cuento difunta mamita,
que con cada terrenal
y
colorida mariposa,
estoy fabricándote un precioso globo original,
de esta forma,
por si acaso me vienes a saludar,
en este dirigible sideral,
orgullosa por el cosmos...
de regreso a tu morada,
entretenida puedas navegar.
Gerardo Carrascal Santiago -Colombia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario