lunes, 15 de mayo de 2017

ENCADENADO


¡Ay amor!... que me encadena
en la silueta de una ilusión
si no soy yo... si no soy ella
arropa mis penas... me dice adiós.

En ti, viven las almas presas
en una entrega al sinvivir,
se torna sutil... la sangre se seca
la angustia te llena y quieres morir.

¡Ay Natura!... que así me doblegas
en esta tierra que peca a oscuras
por esa duda, que amar, no deja
ni se queja de su amargura.

¡Es tan astuta! tu mala conciencia
cuando te deja caer en la locura
desde una altura, hasta una meta
que se asemeja a tu figura.

Me doy a tu ser y no me liberas
de las enredaderas de aquel querer,
sin ser mujer, pertenezco a su esfera
y en ella... no se lo que es poder ser.

Pero solo soy lo que tú quieras
aunque no quieras saber quien soy
porque no estoy cuando me dejas
y no regresas cuando me voy...

Eres la vesanía de mi condena
por una sentencia que considero injusta
porque la culpa... también te afecta
y al desafuero... de tu cintura.

‎Luis Maria Saiz Laso‎ 

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