Aún el hombre solo
se mueve,
bajo
sus bajos instintos básicos.
Y se acerca y se aleja
de sí mismo
triste,
o resguardado.
Sus derrotas
pueden algún día
atacar,
el más profundo silencio.
Y en la disputa
ser fiel
a él mismo y a
su propia ignorancia.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
No hay comentarios:
Publicar un comentario