ANZUELO

Regreso agotado de sentir
como arrastrado corriente abajo
por un anzuelo invisible.

El mundo se hace nuevo
sus páginas vacías
reclaman a mis miedos.

El temblor se erige en el dueño del mundo
doy pasos en falso
intentando ser el anzuelo

el arpón, la brisa.
Me pierdo entre calles que conozco
invisible, agotado.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-