A TODA VOZ

Madre mía mi eterna realidad
la verdad y la razón de mi existir
el elixir de la vida y la humildad
Tu bondad es tu esencia en tu sentir
el latir de un corazón que siempre está
mas allá donde otros no podrán ir
y sin ti mi existencia es soledad.
En las faz de la tierra y sus confines
se definen tus virtudes sin defectos
y el manifiesto eterno que en ti vive
Bajo el inverosímil don de tu respeto
y el concepto ejemplar que te redime
te describe dueña de lo que está hecho
y confieso que como tú mas nada existe.
Así Dios te creo y eres alpiste
supiste conservar amor y aprecio
aunque otros te nombren como algo simple
Insiste en demostrar con tus derechos
y el esfuerzo de tu ejemplo ya lo siguen
y percibes del presente tu decreto
y sospecho en el futuro tus perfiles.
Se extinguen de ti antiguos métodos
tu amor me fortalece y siempre exige
si no te inscriben en el libro de los hechos.

Douglas Aurelio Medina Ferreras -República Dominicana-