jueves, 20 de abril de 2017

PAL CAMPO, VA EL CHOLO


Pal campo, va el cholo Jacinto
con mano al cinto y su machete;
el buen jinete, jala su brioso pollino
Torbellino, de su casa pal campo
en bello ampo cuando el sol sale.
Le vale una fortuna al despertar
y sin lamentar va a trabajar a gusto.
En su fausto terreno, brota el agua,
que no mengua y sigue su recorrido
en campo florido, hasta el atardecer,
y de su florecer, ha de comer trigo
y tiene como testigo, aves del cielo
que anhelan sin recelo echar vuelo
hasta sus polluelos que picotean
fértil tierra, cuando aran con yunta
y chalán que apunta las semillas
desde sus manecillas regordetas.
Pal campo, va el alegre cholo Jacinto
con frejol pinto seco para sembrar,
pa labrar la tierra, muy optimista.
En costumbrista minga se reúne
y une toda la cosecha, el limpio trigo
sin remilgo, el frejol para el vulgo,
y para el hidalgo, se recoge lo mejor.
Con el favor de Dios, todos comerán.
Es hora que el cholo, del campo aliso,
regrese del paraíso, estire su pantalón
de la rodilla al talón, lave sus llanques
fangosos, de caciques, y tire el sombrero
a su cabeza, con esmero y diligencia,
para cubrir su apariencia con suficiencia
que el sol es abrasador, por la travesía.
La jornada lo deja exhausto, arar, remover
la tierra y ver que las semillas se cubran
con tierra; buenas manos obran. Cosecha
deliciosos frutos, en fecha muy indicada.
A su llegada, todos están felices y satisfechos,
y de hecho, al campo regresa el Cholo Jacinto
con mano al cinto, con su pollino Pinto,
con sombrero de comunero y esperanzado
y afortunado de ver campos floridos de mies,
y a sus pies, espigas cargadas con oro bendito.

Rosa Elizabeth Chacón León / Elizabeth Chacon Stevens -Perú / USA-

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