jueves, 27 de abril de 2017

NUNCA ME HE CANSADO DEL AMOR


Nunca me he cansado del sol
nunca me he cansado de la libertad y el pensamiento
nunca me he cansado de las estrellas y la luna
nunca me he cansado de la locura
ni del cielo azul marino de ciertos días
brindándome esos dorados girasoles de Van Gogh
y el viento de la pradera de Barkol sobre Hovd
nunca me he cansado del caballo
cuando lo cabalgué no pude atravesar el último mar
nunca me he cansado del alma de Gengis Kan
nunca me he cansado del lobo
que a menudo ataca las ovejas
y se come al caballo de gran alzada muerto en la jungla

nunca me he cansado del cuerpo desnudo
nunca me he cansado de las nubes y los niños
nunca me he cansado de la yurta mongol
con la puerta siempre abierta
nunca me he cansado de una piedra
nunca me he cansado de las gotas de rocío como leche
nunca me he cansado de un árbol que permanece erguido
nunca me he cansado de las tumbas
nunca me ha cansado del esplendor
secuestrado por la oscuridad.

Sendoo Hadaa -Mongolia-
Publicado en La Biblioteca

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