martes, 25 de abril de 2017

II


Primero el cuello, los hombros,
el pecho, la cintura.
Después el agua.
Ella canta, escapa por el agua,
irremediable, distante.
Irremediabla de un mundo sin maldad.

Del libro Piélago de José María Espinasa -México-
Publicad en Periódico de poesía 97

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