martes, 6 de diciembre de 2016

OCASOS EN SEVILLA


Me voy,
dejando en el susurro de tus fuentes,
las gotas de ilusión de mi mirada,
rendida ante la impronta primavera,
que viste de colores la Giralda.
Te dejo,
tus calles desandadas de recuerdos,
y el eco de tu voz que me contara,
la historia convertida hoy en duende,
entre flores de pasión en el Alcázar.
Me llevo,
las sábanas de luna que empaparon,
las lágrimas de sueños derramadas,
y el roce que a mi piel hizo tu nombre,
saeta que el río, canta en la alborada.
Se quedan,
suspiros de mi pecho en tus rincones,
que el barrio de Santa Cruz me arrebatara,
y entre incienso, en el patio de los Naranjos,
te quedas, mi Sevilla iluminada.
Prometo
recordar mi necesidad de ver tus plazas,
volver a ver tu ocaso, enamorada,
saberte femenina, luminosa y desnudarte,
soñarte, mi Sevilla, amarte de mañana.

Rocío Biedma (Jaén)
Publicado en la revista Aldaba 31

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