Una ilusión efímera como la brizna
trajo una brisa de renovación a mi alma
despertando la fe y la esperanza.
Mi pecho se abrió a horizontes nuevos
instaurando el humor y el juego
que me hamaca al despertar cada mañana.
Gracias, Vida, por encauzar de nuevo
mis solitarios y queridos pasos
en alas etéreas que vuelan en lo alto.
Gracias, Vida, por enderezar mi camino
y darme atisbos de alegría y canto
que se elevan para seguir tu trazo.
Gracias, Vida, por renovarme
despertando en mi interior
la sed de tus abrazos.
Isabel Terenzano (Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario