lunes, 5 de diciembre de 2016

CICLO DEL ÁNGEL


Prometido al silencio y en la luz conciliado,
efímero pasó el ángel de la tierra.

Venía de la tarde persiguiendo
el rumbo solitario de una estrella.

Al roce de sus alas cayeron de mi pecho,
sin quererlo, cinco rosas de ausencia.

De su dulce embeleso quedé fortalecida
y un perfume de bosque, abierto como fruto,
derramó tiernamente su semilla
en los surcos azules de mis venas.

Con un puñal de fuego penetró mi costado
encendiendo una llama a la que el viento asola.
Permanece encendida sin agotarse nunca,
como gota de agua que cae y se renueva.

ENCARNA LARA -Cuevas de San Marcos-
Publicado en Luz Cultural

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