Telekinesis
del
caos.
No hay puntos fijos
para
no caer.
Ni canciones nuevas.
Ni relojes.
Comprensión
de la duda.
La belleza
y
el odio
son
una
misma
torre.
Del libro “Luciflor o la sangre” de
Carlos Cúccaro -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti
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