lunes, 24 de octubre de 2016

LA MUCHEDUMBRE


El hombre se encontraba inmerso dentro de la muchedumbre y al parecer se sentía bastante bien allí.
Protegido y amparado, Se dejaba llevar por el movimiento. Claro que ahora hacía rato que no lograba avanzar ni siquiera un poco. Por más que lo intentara no podía moverse ni para un lado ni para el otro, y lo mismo pasaba con los tipos que advertía a su alrededor. Algunos se habían metido las manos en los bolsillos y el hombre pensó que en cualquier momento sacarían algo de allí adentro, y también pensó que nada bueno podía esperarse del del bolsillo de aquellos individuos, que no sabían para dónde ir ni qué hacer con sus vidas y se escondían en la muchedumbre, que de vez en cuando parecía sacudirse pero al final se mantenía quieta, sin atreverse a cruzar la siguiente bocacalle que vista desde su lugar se advertía como un bastión inexpugnable para el hombre, que comenzó a buscar la posibilidad de un hueco donde entrar a quedarse.

Mario Capasso 
Publicado en Estrellas poéticas 61

No hay comentarios:

Publicar un comentario