sábado, 29 de octubre de 2016

DÍA 2


Anoche dormimos acurrucados sobre el delantal de una abuela,
O de alguna madre, que encontramos
Entre la basura, tan cálidos como si fuera primavera.
En sueños oíamos nuestro aliento de paloma apedreada
Y entre los rieles los corazones palpitantes de las ratas. Por la mañana,
Al despertar, vimos cómo nuestro dormitorio se abría al mundo.
El día caminaba por entre las calles picoteando
Las sombras que dejó la noche anterior.
Nos lavamos los ojos
Con el agua todavía helada y nos fuimos
Tras las migajas que ese pájaro azul de ojo dorado cedía.

Joaquín E. de La Torre Herrera -México-
Publicado en Periódico de poesía 91

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