A MI PAPÁ

Con lágrimas cada día
por tu memoria vigente,
esta tristeza, frecuente,
me robará la alegría.
Porque esta nostalgia mía
me arropará en su gris nube,
recordándome que estuve,
contigo la última vez.
Por tu bondad y honradez,
fuiste lo mejor que tuve.

Ya no te acuerdas de mí,
tampoco del sufrimiento
y deleitosa presiento
el dolor se fue de ti.
Tú no te acuerdas de mí,
yo fui importante en tu vida.
Tal vez fui la más querida
durante esa gran jornada
y por ti me sentí amada
hasta tu triste partida.

Una muerte es un misterio,
unos quieren aplaudir
aunque otros suelen decir,
el fin es el cementerio.
No comprendo ese criterio,
lo significante ahora
es que mi alma siempre añora
conectarse con la tuya.
Y mi angustia disminuya,
cuando este corazón llora.

Nelly Vega-Sorensen