jueves, 30 de junio de 2016

CANCIÓN PARA UNA TARDE AZUL


Nací bajo la lluvia
y el dolor de mi tierra,
mis pies descalzos,
me han llevado
a surcar estrellas,
a reír por entre la hiedra,
a morder el polvo,
a soñar despierta,
a curarme la herida,
con agua bendita
y lienzos de yerba fresca.
Nací con los besos,
bordados en mis sienes,
de la que aún vela mi sueño
y me enseña las letras
de los libros viejos,
el paso por la guarida
de luna llena
y el pan fecundado
a lomo de primaveras.
Nací por la cuenca del río,
sembrada de rosas
y de rocío,
por la árida estela de enredaderas...
que hablan de la tristeza
custodiada en mis ojos.
Vengo del barro y la montaña,
de la semilla
que da los frutos perennes, lontananza del alma,
del átomo y la risa, del pajar
que dormita la indiferencia
de los viajeros del mundo.
Nací ahí, entre leños de hogar fecundo que abren sus brazos,
esperando mi regreso,
de ese viaje de piedra
que emprendí hace mucho.

Norma Pérez Jiménez -México-

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