lunes, 30 de mayo de 2016

¡¡VIVA ARTURO POMAR!!


Dedicado a la memoria de Arturo Pomar, el GM más mítico y genial, que hayamos tenido.

En Palma de Mallorca nació un monarca,
que llevó el nombre de su Santo y festividad.
Fue risueño y robusto con alas,
sobrevoló por la postguerra tan triunfal.
Como niño prodigio se usó su casta,
por un régimen franquista de la santidad.
Que halló en su mente Ajedrez de magia,
y un símbolo de gladiador angelical.
Durante años fue la imagen creada,
de una gran España gloriosa y rapaz.
Que destruía al comunismo en su casa,
entre aperturas y gambitos, daba igual.
Pues nuestro Arturito los ganaba,
vestido como hombre, jugando tan genial.
Pero la madurez se mostró en su cara,
a Franco y los suyos, les dejó de interesar.
Sufriendo el desierto que entregaba,
a los que ya no podía, ante el credo explotar.
Duros años padeció en aquella España,
que pronto comenzó su talento, a olvidar.
Aunque fuese dejando a la patria,
en un altísimo firmamento y pedestal.
Trabajó duro sin dormir y con ganas,
asumió el nunca ser un Campeón Mundial.
Obtuvo logros por su alma entregada,
títulos y premios, consiguió sin parar.
Al amar un juego con todo el alma,
y dar por él, su salud y su bienestar.
Creó escuela por la tierra hispana,
cimentó un cultivo de talentos por llegar.
Obtuvo con simultáneas jugadas,
un récord glorioso que no se olvidará.
Arturo Pomar fue estrella alada,
un Rey entre piezas y tableros del crear.
Llevando su nombre una línea amada,
que la juega, el que le quiere recordar.
Pues aunque se haya ido con el alba,
el astro Arturito Pomar, alumbrará.
Vestido como un niño por la mañana,
entablando con Campeones sin reposar.
Siempre será el Campeón de España,
será de corazón un Campeón Mundial.
Su juego sembró en aquellas masas,
lo que es ahora el país, y lo que está por llegar.
Muchos Campeones brotan con su casta,
sembrando con sus logros, nuevo recital.
Pero nunca olvidaremos, que él sin nada,
lo entregó todo, enfermando por aquel afán.
¡Adiós Arturo Pomar! Que tu alma,
siga ganando a leyendas en el más allá.
Dejando muy alta de España su espada,
y que se grite alto: ¡¡¡VIVA ARTURO POMAR!!!

RICARDO CAMPOS URBANEJA -Hendaia-

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