miércoles, 30 de marzo de 2016

LA PAZ ENTIGRECIDA


Miro en el charco la tarde en que me entierran
                   y reverdece
la paz entigrecida en torno a mi cadáver,
donde no se despuebla ni una nube,
ni se escucha un solo girasol entre las almas.

Oigo volar por el sauce a los perros
                 que en una lágrima
entonan su liturgia mientras llueve la tierra,
                  y afianzan ese grito
cuando todo naufragio va lamiendo el paisaje.

Me acosa el temporal que presagia al silencio
                  y entristecen
             ésos que me despiden,
      sumergidos y ocres en su guerra,
sobre un lánguido charco en medio de la tarde.

AGUSTIN LABRADA AGUILERA -Cuba-
Compartido por Claudio Lahaba

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