miércoles, 30 de marzo de 2016

NADA QUE CELEBRAR


Para Itzel Aguilera, en el Bicentenario

Después del Grito,
el grito
que te persigue
y lo alcanza
y nos golpea en la nuca
y la deja de pie
en medio del espanto.

Después del Grito
el rugido
continuado,
tenaz
infinito.

Inútil,
pero inevitable
incontrolado
desgarrador
roto.

Después del Grito,
el aullido
solo
con su eco trasparente
líquido
púrpura espeso.

Estremecido
y expulsado
desde las entrañas
abatidas.

Después del grito,
el Grito
de los sordos
de los impasibles
de los cómplices

del circo complacido
con el espectáculo de los leones.

CARMEN JULIA HOLGUÍN (Estados Unidos)
Publicado en Los puños de la paloma

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