lunes, 28 de septiembre de 2015

DE SOLEDADES Y OLVIDOS


¿Serás, amor un largo adiós sin esperanza alguna?
¿Una cita obligada del destino? ¿un recuerdo perdido e imborrable
en medio del camino, en la noche más oscura y profunda?
¿Serás la melodía interminable?
Vivir, desde el principio, es separarse, es derrochar con calidez el alma
Es en el mismo encuentro darte cuenta que ya te has apartado.
Y que es inútil darse con la luz, con los labios, con la calma.
¡Pálida soledad de olas vencidas! ¡tormentas desatadas!
Mis derramadas gotas de dolor hieren tu gris costado
Tenaces, desbordadas, como miles de agujas implacables,
mientras tu despedida se acuesta aquí a mi lado.
¡Hoy decido alejarte y alejarme, pero mi cuerpo todo te reclama!
¿Dónde quedan los besos? ¿dónde las mil caricias que me has dado?
Un cielo de perdidos barriletes azules se desarma
cada vez que recuerdo tu infinita ternura y tu mirada.
Mil estrellas de hielo horadan estas carnes que has amado
Y una cadena de rotos corazones nos ata y nos oprime y nos desgarra.
Somos, ahora lo sabes, una sola tristeza y un clamor estrellado.
¡Ven a mi soledad, ven a mis brazos y a mis labios deseables!
Que con un solo palpitar vivimos y somos, una sola unidad.
¡Somos un alma!
Yo lo sé, lo conozco, soy la ola que te busca y lo sabes.

María Itza (Argentina)

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