jueves, 30 de julio de 2015

SOY ESE RUISEÑOR


Estira el soto su maraña verde, entreteje su puente desde el bosque
Debajo de las hojas sueña el río, una vez fue torrente.
Ásperos ramilletes de hojarasca lamen los pies del agua
Y un ruiseñor arriba del ocaso muele su canto al viento.
La tarde se desgarra en las espinas, ansiosa de alejarse se desangra
Todo es silencio, una inquietud de espera, una dulce añoranza.
El ave se desangra y yo me acerco ansiosa de escucharla.
Mientras entibia la ilusión mi cuerpo y lo envuelve con alas.
Y allí estoy acunada entre las hojas, un hablar sin palabras.
Con mi cuerpo pequeño y toda la poesía en mi garganta.
Hasta se calla el río para escuchar mi canto en el silencio,
y cómo mi trinar nace del alma y se muele en el viento.
Cuando vuelva otra vez la madrugada y tu paso se acerque
Yo estaré quieta y muda en mi despierto cuerpo.
No te acerques. Tal vez te desconozca y en mi inquietud me espantes.
Espera hasta más tarde o con sorpresa verás como alzo vuelo

María Itza (Argentina)


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