viernes, 27 de febrero de 2015

“TE QUISE 8”


Te quise en la tormenta,
pegado contra los edificios
en el aguacero
como pegado contra tu cuerpo
cuando cae la noche.
Pero llevo un impermeable
por si las lágrimas,
para esas lluvias interiores
que a solas me calan
cuando no estás conmigo.

Te quise como un tatuaje desteñido,
porque permanente y perpleja
eres sobre mi hombro,
borrosa como la noche
cuando de día quiero olvidar,
y clara como el recuerdo
cuando se desdibuja lo demás.

Te quise como un colegial imprudente,
con los mofletes rojos y esquivamente,
distraído en mi pupitre,
con los ojos absortos
en el trasero de la profesora,
estudiando la verdadera geometría
que imagino en ti.

Te quise de raíz y de forma natural,
porque eres escritura automática
para el corazón manual.
Te quise porque eres la palabra erguida,
como marioneta a la inversa,
y cuando te vi por primera vez
fue creación de un día
y biblia de por vida, altar mío.

Te quise,
pero no me fustigues porque siento.
Porque mi amor es altavoz
sobre silencio.
Porque desdoblarme quisiera
en tus espacios
y dar piruletas estrepitosas al tedio.
Porque todo lo que duerme, muere,
y yo de pie sigo aquí delante.

Ya está.
Te quise porque te quise.

Dean Simpson -Boston, EE.UU-
Publicado en la revista Arena y cal 220

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