sábado, 29 de noviembre de 2014

DE LAREDO A SANTOÑA


Hay en Laredo un barquito
que cruza la bahía hacia Santoña
con un piloto que cuenta
la historia de los dos pueblos.
Aguas grises, aguas verdes,
aguas de un mar que el viento mueve.
En medio del mar un islote llevo de cuevas
donde un faro vigilaba que el barco no zozobrara.

La anchoas de Santoña son famoso manjar
y la lluvia que nos recibe es allí habitual.
Chubasquero y paraguas sacamos de la mochila
para proteger el cuerpo y la cabeza
mientras por las calles caminábamos.

Llegamos a Laredo como simples viajeros
y salimos de Santoña como marineros
de la armada real de Cantabria
que es institución irreal pero simpática.

JOSÉ LUIS RUBIO

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