viernes, 28 de noviembre de 2014

BILBAO


Guarda el museo de arte moderno
cubierto de frescas y coloristas flores
atrayendo admiradas miradas.
En la cara opuesta una araña
cargadas con sus huevos espera
su momento para ponerlos sobre las aguas
del Nervión que buscan el mar.
En otra cara  el agua interpreta una música
de movimientos apareciendo y desapareciendo
surgiendo incluso inesperadamente
sorprendiendo a los paseantes.
Y detrás de estos personajes un edificio
realmente impresionante, único,
donde el arte moderno es rey.
No penetré en ti porque el tiempo,
siempre el tiempo, caminaba veloz
y otros lugares de Bilbao me esperaban.

En un parque me esperaba un inmóvil
poeta con chapela calada
para decirme sin decirme sus versos
en un euskera que no entiendo.
Me interesan tus versos pero tendré
que traducirlo a mi lengua
aunque en el cambio pierdan musicalidad.
Quiero saber cómo pensabas
y que decías en tus versos.
Te buscaré en la red.
Espero que estés allí.
Necesito conocerte porque algo me enseñarás
de ese pueblo tuyo tan beligerante
y culto que busca nuevos caminos.

JOSÉ LUIS RUBIO

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