domingo, 29 de septiembre de 2013

EL ADIÓS AL BOSQUE AZUL

Bordeando el lago, se fueron
envueltos en sus negras capas
sus antorchas en la mano
alumbrando su sendero.

El lago quieto muy quieto
y los árboles van quedando
mudos, erguidos y solos
en el bosque azul de ensueños.

Los místicos se van alejando
quedaron solo sus cánticos
impregnados entre el follaje
de ese paraje mágico.

Y aquellos fascinantes moradores
que rendían culto a la naturaleza
se irán disgregando sigilosamente
dejando atrás aquel lugar misterioso.

Solo quedará la leyenda
de esos legendarios monjes
que alrededor del fuego
invocaban a sus dioses.

Druidas se llamaban
todo un enigma.
Eran sabios, eran locos
Solo el bosque azul lo sabía.

Diana Chedel -Argentina-

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