jueves, 30 de agosto de 2012

EL POEMA


Vida celestial de azul vestida,
sereno deseo de pálida apariencia,
que en arenas de colores traza
los rasgos huidizos de su nombre.

Bajo los arcos altos, firmes,
iluminado sólo por las lámparas,
yace, huido ya el espíritu,
el mundo más sagrado.

En silencio nos anuncia una hoja
perdida los mejores días,
y vemos abrirse los ojos poderosos
de la antigua leyenda.

Acercaos en silencio a la puerta solemne,
escuchad el golpe que produce al abrirse,
bajad luego del coro y contemplad allí
dónde está el mármol que anuncia los presagios.

Vida fugaz y formas luminosas
llenan la noche anchurosa y vacía.
Ha transcurrido un tiempo sin final
que se ha perdido haciendo bromas sólo.

Trajo el amor las copas llenas,
como entre flores se derrama el espíritu,
y beben sin parar los comensales,
hasta que se rasga el tapiz sagrado.

En extrañas filas llegan
veloces carruajes de colores,
y llevada en el suyo por insectos variados
sola llegó la princesa de las flores.

Velos como nubes descendían
de su frente luminosa hasta los pies.
Caímos de rodillas para saludarla,
rompimos a llorar, y ya no estaba.

Novalis (1772 - 1801) Alemania
Publicado en la revista La Urraka 30

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