viernes, 27 de julio de 2012

POEMA


Por fin,
cuando todos se habían retirado
-largas y vanas conversaciones con dudosos resultados-,
logré llegar a ti.
Abajo el mismo cielo el mismo
firmamento en penumbra
e insatisfecho andaba de mi labor cumplida.
Vine luego a tu lado,
tus sueños risueños
morían en mi cerca,
mas en lo mío ya sólo estabas tu.

Como ves, éste día fue un sol total
en que te busco donde tal vez no estás.
O sentado en mi zaguán a cualquier hora
todo esto me es indiferente porque nada me roba mi fragor.
En cambio, basta no abrir los párpados
para encerrarte en mis bártulos y en nuestro fuego exterior.

¿Sabes? Una duda más y nada más.
O es que esto que siento tú no es nada tuyo
-sos pecho a mi modo-,
pero contigo mi sombrío se sol-aza
y su carrera se a-celera.
Por eso insisto en que hoy, a mi manera,
sin que se per turbe tu interior
y aunque no vuelvas a tantas reuniones que a tan poco conducen,
como siempre desde antes
sigamos en busca de lo nuestro.

Guillermo Henao (Desde Medellín, Colombia. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)


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